9/27/2017 0 Comments Una Historia de Parto: ZusyEstoy animada compartir esta historia con ustedes. Empecé a reunirme con Zusy la misma vez que me reuní con Nilcer, cuya historia se puede leer aquí. Juntos, Zusy y Nilcer me animaron, me dieron excelentes comentarios sobre el curso, y me ayudaron a seguir adelante. El parto de Zusy fue el primero que asistí fuera de la escuela de enfermería, y aprendí mucho de su sabiduría y fortaleza. Su familia fue un apoyo increíble. Espero que disfrute leyendo esta hermosa historia de nacimiento. Mi Historia de Parto- Zusy "Mi nombre es Astrid Zussett Urizar Botto, pero mis amigos y familiares me llaman Zusy. Llevo 3 años de casada y estoy muy feliz por compartir mi vida con mi esposo y mi precioso bebé, Nehuen. "Nehuen fue un bebé muy esperado por nosotros, desde su concepción hasta que nació. Durante el embarazo tuve la oportunidad de leer e informarme sobre los distintos métodos de parto lo cual me ayudó a tomar decisiones sobre cómo quería que fuera el mío con la única finalidad de darle a mi bebé lo más natural y una calurosa bienvenida a esta vida. Tuve en mis manos libros de hipnoparto y asistí a una clase cuando tenía unas 22 semanas de embarazo. Al transcurrir las semanas tuve una buena amiga mía me puso en contacto con Jamie, y me dijo que estaba iniciando un programa de hipnoparto. Yo me animé bastante porque para ese momento ya estaba en la semana 33 de embarazo y sabía que me quedaba poco tiempo para dar a luz, así que empecé a reunirme con Jamie y mi amiga Nilcer que también estaba embarazada. Jamie nos presentaba diversos scripts que ella hacía y lo practicábamos juntas. El haber hecho todos esos ejercicios de relajación y afirmaciones me ayudó mucho con mi parto y a solidificar el conocimiento que ya venía adquiriendo. "El parto llegó, el 22 de abril de 2017. Como toda mamá quería darle a mi bebé lo mejor, no deseaba usar pitocina para provocar el parto, tampoco epidural, me sentía muy segura de que iba a ser como yo lo había planificado. Pero muchas cosas cambiaron y me tocó tomar decisiones que no pensé tomar, pero que sabía que eran lo mejor para mí bebé y para mí. Al principio empecé a sentirme frustrada porque no estaba saliendo como yo había planificado, pero fue ahí cuando recordé lo que Jamie me enseñó en una sesión y es que lo más importante es la salud del bebé y la de la madre. Eso me dió ánimos y mi mente empezó a sentirse más relajada y mi cuerpo también. Era como que si las relajaciones que había practicado venían automáticamente..." "Tuve la oportunidad de tener a mi familia y a Jamie durante el parto. Fueron todos de gran apoyo, así como las enfermeras y el doctor. Cada uno estuvo dándome ánimos y fue un momento inolvidable para mí. Recuerdo cuando pusieron un espejo que me permitió ver la cabecita de mi bebé antes de que saliera todo su cuerpecito. Cuando al fin salió, lo limpiaron rápido e hicieron los procedimientos necesarios debido a que él había tragado meconium. Cuando me lo dieron no podía creer que lo tenía conmigo. 9 libras 2 onzas, 22 pulgadas, un bebé hermoso. Al fin lo tenía conmigo. "Todas aquellas que han sido madres saben ese gozo que viene en ese momento. Al ver atrás a mi experiencia me doy cuenta que todo lo que aprendí sobre el parto puede aplicarlo de la mejor manera. El haberme preparado mentalmente me ayudó con las decisiones que tuve que tomar, pero sobre todo me ayudó a no tener miedo, me ayudó a estar tranquila y disfrutar de ese momento." "Al ver atrás a mi experiencia me doy cuenta que todo lo que aprendí sobre el parto puede aplicarlo de la mejor manera. El haberme preparado mentalmente me ayudó con las decisiones que tuve que tomar, pero sobre todo me ayudó a no tener miedo, me ayudó a estar tranquila y disfrutar de ese momento."
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9/11/2017 0 Comments Una Historia de Parto: NilcerEs un honor compartir la historia de mi amiga querida, Nilcer. Ella fue una de las primeras mamás con las que pude trabajar. Es una mujer fuerte y valiente. Va a ver cómo ella decidió permanecer positiva y tranquila, incluso cuando las cosas iban de manera diferente de lo que había planeado. El nacimiento es hermoso, y a veces es difícil. Sea cual sea la experiencia, si estamos preparadas, podemos encontrar la paz. "Depende de nosotros reconocer el milagro en cada nacimiento-la dulzura y las misericordias tiernas que todavía están allí para nosotros, no importa cómo nuestros bebés vienen al mundo, y especialmente cuando vienen de una manera que tal vez no hayamos planeado originalmente." Mi Historia de Parto- Nilcer "Estaba en mi semana 38 de embarazo, cuando de repente un sábado por la tarde empecé a sentir unos calambres que iban y venían. Ese día fuimos con mi esposo al centro comercial de Provo. Estábamos comiendo un helado cuando empecé a sentir los calambres. Yo estaba muy tranquila, pero a la vez estaba segura que mi labor de parto estaba cerca. Le conté a mi esposo como me sentía y él también estaba seguro de que Antonella, nuestra hija, pronto nacería. "Yo tomé clases de relajación profunda, había planeado todo. Tenía una idea de cómo sería mi parto. Había decidido tener a mi hija a lo natural, sin epidural, pues me sentía preparada para hacerlo ya que por medio de las clases de relajación aprendí a controlar mi mente. "Bueno, ese sábado el 10 de Junio del 2017 comenzaron mis contracciones. Eran suaves, yo podía controlarlas, estaba respirando profundo, todo estaba bien. Después que nos venimos del centro comercial pasamos comprando una pizza y miramos una película, todo el tiempo que duró la película yo estuve tranquila sin ninguna contracción. Terminamos de ver la película y nos fuimos a la cama, yo estaba muy bien. A las 3:00 A.M. me desperté y no podía dormir, ya estaba en mi última etapa de embarazo por lo tanto era difícil respirar, me levanté y me senté en mi silla mecedora y desperté a Julio y le dije cómo me sentía, pero a todo esto las contracciones eran suaves, yo las podía controlar. Mi esposo me dijo que esperáramos un poco que si el dolor aumentaba lo despertara y nos iríamos al hospital. Yo me quedé sentada y logré dormir un rato más. "A las 5:00 A.M. me volví a despertar y esta vez las contracciones eran más seguidas y dolían más. Volví a despertar a Julio y le dije lo que me estaba pasando y estuvimos allí por un rato, controlando mi dolor y practicando la respiración y las técnicas que aprendí durante las clases de relajación. A las 6:00 A.M. decidí irme a la ducha y estuve allí por media hora hasta que ya no me sentía cómoda allí. Tengo que decir que el agua que caía sobre mi espalda me ayudó muchísimo a relajarme. Mi esposo se levantó, se dio un baño y a las 7:00 A.M. ya estábamos listos. "Mi plan había sido estar más tiempo en la casa para así dilatar más y cuando eso hubiese pasado irnos para el hospital, pero las cosas no pasaron así. El dolor de mis contracciones eran demasiados fuertes y yo ya me estaba comenzando a sentir mal, pero siempre seguía practicando la relajación profunda. Mi hermana también se levantó y nos acompañó al hospital, ella y mi esposo me apoyaron mucho. "Cuando íbamos en el carro iba escuchando las afirmaciones y me ayudaron muchísimo a relajarme. Con ese dolor que yo estaba sintiendo, mi esposo y yo sentíamos que no era normal y sentimos que debíamos irnos para el hospital. Llegamos al hospital como a las 8:00 A.M. y yo sentía que las contracciones eran más fuertes. Me ingresaron al hospital y me dijeron que me harían un chequeo para saber cómo estaba, que si ya había dilatado los suficiente me iba a quedar. Me chequearon, pero solo había dilatado un centímetro, lo cual no era lo suficiente. Algo raro estaba pasando. La enfermera notó que el ritmo cardiaco de mi bebe bajaba con cada contracción que yo tenía. Me dijeron que me tenía que quedar, llamaron a mi doctor y él llegó y me explicó lo que estaba pasando. Mi esposo también llamó a mis dos queridas amigas que me apoyarían en mi parto, las dos de nombre Jamie- una de ellas sería mi doula. Ellas fueron de mucha ayuda para mi. "Me hicieron cesárea de emergencia porque mi niña ya no estaba respirando bien. A las 12:33 P.M. nació mi hermosa Antonella..." "Estoy muy agradecida con todo el equipo médico del hospital que cuidaron muy bien de mí y de mi bebé. A pesar de que yo había planeado tener un parto natural estaba muy tranquila cuando el doctor me dijo que me tenían que hacer cesárea. Estoy muy segura de que pasó lo mejor. Ahora tengo a mi niña linda de tres meses." - Nilcer
"La preparación mental para una cesárea es importante, ya que se necesita tanta preparación mental para una cesárea positiva como para un parto positivo sin necesidad de medicación, y requiere un gran cambio mental y enfoque." Original Quotes in English, from The Gift of Giving Life:
"It's up to us to recognize the miracle in each birth- the sweetness and the tender mercies that are still there for us, no matter how our babies come into the world, and especially when they come in a way we may not have originally planned." - Robyn R., The Gift of Giving Life, p 191 "Sometimes, despite all our preparation, planning, and the righteous desires of our hearts, things can't happen as we had hoped. Not many people get the exact birth they imagined, but we usually get the exact birth we (mother and baby) needed. The important thing to remember is that every birth is a miracle and no one should feel like less of a woman because her baby needed to come in a certain way." - Sheridan Ripley, HCHI, CD(DONA), The Gift of Giving Life, p 191 "Mentally preparing for a cesarean section is important. It takes as much mental preparation for a positive cesarean section as for a positive unmedicated birth. It requires a huge mind shift and focus." - Sheridan Ripley, HCHI, CD(DONA), The Gift of Giving Life, p 191 Tenía 39 semanas y 6 días de embarazo, y Ricky y yo estábamos de rodillas para orar antes de irnos a dormir. Mientras oraba, sentí que algo cambiaba dentro de mí, y rápidamente me levanté y corrí al baño. Estaba sangrando profusamente . Después de un par de chorros gigantes, se calmó. Tomé unas cuantas respiraciones profundas, ¡y luego grité por Ricky! Llamé a mi doula y le dije lo que había sucedido, y que me sentía tranquila, podía sentir el bebé moviéndose, y me fui al hospital para asegurarme de que todo estaba bien. Ricky agarró la mochila y salimos por la noche. Eran alrededor de las 11:30 pm. Comencé a prepararme para el nacimiento de mi primer bebé cuando tenía 30 semanas de embarazo. Utilicé el programa de estudio en casa de Hypnobabies y tan pronto como empecé a escuchar las afirmaciones sentí que mi mente y mi cuerpo se volvían más tranquilos. Practiqué las relajaciones guiadas todos los días, y disfruté de la excusa para acostarme y relajarme. A veces me sentía tonta practicando la relajación profunda, pero había escuchado de varios amigos y familiares que si te apegas a la clase, funciona; así que continué. Cuando llegó el momento, me alegré por mi preparación. Por estar en la escuela de enfermería, sabía que algo de sangre (perdida del tapon mucoso) es normal y esperado antes del parto, pero también sabía que la cantidad que salió de mí era mucho más de lo normal. Sabía que era probable que hubiera un desprendimiento de mi placenta, o que podría estar separándose del útero (desprendimiento placentario o placenta previa). Mientras conducíamos, cerré los ojos y respiré. Podía sentir algunas contracciones y yo respiraba más profundamente. Llegamos al hospital y cuando hacíamos check-in, las contracciones se volvían más fuerte y me sentí irritada que tomaba mucho tiempo para entrar. Me pidieron que me recostara en la cama, lo cual era una posición incómoda para mí. Sentí otro enorme chorro de líquido y le dije a la enfermera que estaba sangrando de nuevo. Ella levantó la sábana y me dijo que mi agua se rompió! Me sorprendió y ese fue el momento en que me di cuenta que estaba realmente en el parto y este bebé estaba en camino! Me revisaron (midiendo la dilatación cervical y el borramiento del útero cervical) y me sorprendí otra vez al oír que estaba dilatada a 6 centímetros. El bebé estaba muy bien. Me moví a otra habitación y me metí en la zona de parto. Cuando entro en un estado de profunda calma, me refiero a él como "la zona". ¡No sé otra cosa para describirlo! Me senté con las piernas cruzadas en la cama, y respiré aún más profundo que antes. Me sentí cómoda. Las contracciones iban y venían y seguía profundizando. Ricky me preguntó si había llegado el momento de llamar a la doula y a mis hermanas, y todavía debía haber estado en alguna negación acerca de cuán cerca estaba el nacimiento porque le dije que no llamara todavía. Siendo el hombre sabio que es, llamó a mi doula de todos modos, y ella llegó unos 15 minutos más tarde. Tan pronto como ella entró, me miró y le dijo a Ricky que era hora de llamar a mis hermanas. Ella pidió una bola de nacimiento para mí y me mudé a eso. Ella apagó las luces y pidió a las enfermeras que hablaran en voz baja para poder yo concentrarme. Me balanceé de un lado a otro en la pelota, con Ricky arrodillado delante de mí como apoyo. Cuando llegó una contracción, estaba blanda, apoyando todo mi peso en Ricky, y mi doula me apretaba las caderas con toda su fuerza. Esta compresión se conoce como contrapresión y fue una gestión del dolor muy eficaz para mí. Mis hermanas comenzaron a llegar y se turnaron para ayudar con la contrapresión, tomar fotos, traerme jugo, y enviarme mucho amor y fuerza. Recuerdo claramente en un momento que pensaba a sí misma: "No quiero una epidural en absoluto, porque no siento ningún dolor, pero esto es muy intenso, y no sé cuánto tiempo puedo mantenerlo.” Realmente no creí un parto sin dolor fue posible antes de experimentarlo, y me sorprendió. Yo estaba cómoda y llena de paz. El tiempo pasó y yo solo seguí balanceándome de un lado a otro, respirando. Mi partera también estaba allí, y me preguntó en voz baja si sentía alguna necesidad de empujar. Dije que no, y decidí probar una posición diferente. Me levanté en la cama y me apoyé con los manos y rodillas, pero eso no era cómodo para mí, así que me acosté en mi lado. Mi cuerpo entonces decidió descansar un poco. Tuve unos 20 minutos sin contracciones, y me sentí muy tranquila. Cuando empezaron de nuevo, empecé a sentir el impulso de empujar, y eso me puso nerviosa. Resistí por unas pocas contracciones y luego admití que estaba lista para empujar. Me quedé tumbada de lado y alguien ayudó a sostener mi pierna para poder empujar mejor. Todavía no tenía ningún dolor, pero tenía miedo. Mientras empujaba, grité un poco, tratando de conseguir coraje para seguir empujando. Después de un rato, mi partera me sugirió que intentara contener mi aliento y dirigir toda mi energía hacia abajo y hacia fuera. Era la única instrucción que necesitaba. Mis empujones se hicieron más efectivos. En el empuje final, salió mi bebé. Ricky lo puso en mi abdomen, y por primera vez en lo que me pareció un tiempo, abrí los ojos y me puse completamente alerta. Vi a mi bebé y lo levanté un poco más alto. ¡Me sentía tan viva y feliz! Mi cuñada más tarde me dijo que las primeras palabras de mi boca eran, "¡Eso fue increíble!". Y realmente lo era. Mi bebé pesó 9 libras, 3 onzas. ¡No me extraña que mi vientre fuera tan enorme! Aun con un bebé tan grande, realmente tuve un parto sin dolor, y fue un momento en mi vida que siempre atesoraré. Nació un poco después de las 4 de la mañana, así que el parto duró sólo 4,5 horas. El apoyo que recibí de Ricky, mi doula y mis hermanas fue invaluable. ¡El parto puede ser hermoso, cómodo y empoderante! A Peaceful. Happy, Calm Birth- My Story
I was 39 weeks and 6 days along, and Ricky and I were kneeling down to pray before going to sleep. As I prayed, I felt something shift inside me, and I quickly got up and rushed to the bathroom. So much blood poured out of me. After a couple of giant gushes, it slowed. I took a few deep breathes, and then yelled for Ricky! I called my doula and told her what had happened, and that I felt calm, I could feel baby moving, and I was going into the hospital to make sure everything was okay. Ricky grabbed the backpack and we stepped out into the night. It was about 11:30pm. I began preparing for the birth of my first baby when I was 30 weeks pregnant. I used the home study program from Hypnobabies and as soon as I started listening to the affirmations I felt my mind and body become more calm. I practiced the guided relaxations every day, and I enjoyed the excuse to lie down and relax. Sometimes I felt silly practicing the deep relaxation, but I had heard from multiple friends and family members that if you stick to it, it works, so I continued. When the real thing came, I was glad for my preparation. Being in nursing school, I knew that some blood (called bloody show) is normal and expected before birth, but I also knew that the amount that came out of me was much more than normal. I knew there was likely a tear in my placenta, or it might be detaching from the uterus (placental abruption or placenta previa). As we drove, I closed my eyes and breathed. I could feel some contractions coming on, and I breathed deeper. We arrived at the hospital and as we were checking in the contractions became stronger and I felt irritated that it was taking so long to get in. They asked me to lie down on the bed, which was such an uncomfortable position for me. I felt another huge gush of fluid and told the nurse I was bleeding again. She lifted the sheet and told me my water just broke! I was surprised and that was the moment I realized I was truly in labor and this baby was on his way! They checked me (measuring cervical dilation and effacement) and I was again surprised to hear I was dilated to 6 centimeters. Baby was doing great. I moved into another room, and got into the zone. When I get into a deeply relaxed, calm state, I refer to it as “the zone.” I don’t know how else to describe it! I sat cross-legged on my bed, and breathed even deeper than before. I felt comfortable. The contractions came and went and I just kept going deeper. Ricky asked me if it was time to call the doula and my sisters, and I must have still been in some denial about how close birth was because I told him not to call yet. Being the wise man he is, he called my doula anyways, and she arrived about 15 minutes later. As soon as she walked in, she took one look at me, and told Ricky it was time to call my sisters. She requested a birth ball for me and I moved onto that. She dimmed the lights and asked the nurses to speak softly so I could focus. I swayed back and forth on the ball, with Ricky kneeling in front of me for support. When a contraction came, I would become limp, resting all my weight on Ricky, and my doula would squeeze my hips with all her might. This squeezing is referred to as counterpressure and it was highly effective pain management for me. My sisters began arriving and they all took turns helping with counterpressure, taking pictures, getting me juice, and sending me lots of love and strength. I distinctly remember at one point thinking to myself, “I don’t want an epidural at all, because I don’t feel any pain, but this is very intense, and I don’t know how long I can keep it up.” I didn’t really believe that painless birth was possible before experiencing it, and it was surprising to me. I was comfortable and full of peace. Time passed and I just kept swaying back and forth, breathing. My midwife was also there, and quietly asked me if I felt any urges to push. I said no, and decided to try a different position. I got up onto the bed and on my hands and knees, but that wasn’t comfortable to me, so I layed down on my side. My body then decided to take a little rest. I had about 20 minutes without contractions, and I felt so peaceful. When they started up again, I started feeling the urge to push, and that made me nervous. I resisted for a few contractions and then admitted I was ready to push. I stayed on my side and someone helped hold my leg up so I could push better. I still wasn’t in any pain, but I was scared. As I pushed I yelled a little, trying to get courage to keep pushing. After a while, my midwife suggested I try holding my breath and directing all my energy down and out. It was just the instruction I needed. My pushes became more effective. In the final push, out came my baby. Ricky put him up onto my abdomen, and for the first time in what felt like a while, I opened my eyes and became completely alert. I saw my baby and pulled him up a little higher. I felt so alive and happy! My sister-in-law later told me the first words out of my mouth were, “That was AWESOME!”. And it really was. My baby weighed 9 pounds, 3 ounces. No wonder my belly had been so huge! Even with a big baby, I truly had a painless birth, and it was a moment in my life I will forever treasure. He was born a little after 4am, meaning my labor was only about 4.5 hours long. The support I received from Ricky, my doula, and my sisters was invaluable. Birth can be beautiful, comfortable, and empowering! 8/31/2017 0 Comments El Nacimiento de La Luz BirthingEmpecé por leer historias de parto. No leía historias llenas de trauma y miedo- eran historias de mujeres poderosas, fuertes y optimistas que escogieron mirar al parto desde un ángulo nuevo. El parto se me hizo para mí. El libro que contenía estas historias positivas, tanto como otros pensamientos de embarazo y parto, se llamaba The Gift of Giving Life (El don de dar vida), escrito por Felice Austin. Me abrió la mente y me presentó una nueva pasión: el parto. Al leer, me enamoré de Ricky, nos comprometimos y después nos casamos. Fuimos juntos al sudeste de Asia para hacer investigación en las aldeas laderas. Pude sentarme y charlar, arriba en las montañas, con mujeres sobre sus experiencias en el parto. Otra vez, mi amor hacia el parto aumentó, así como mi admiración por las madres. Me contaron sus historias dando a luz y cada una fue sorprendemente única. Unas la realizaron sin ayuda, otras con el apoyo de sus familias, mientras otras acudieron al hospital más cercano y dieron a luz sólo con doctor y enfermera presentes. Me di cuenta de que el parto es un momento de carga emocional y ternura de corazón. Une a todas las mujeres del mundo. Sin importar la raza, la edad, el nivel de educación, el número de hijos o la creencia religiosa el parto nos une. Es una experiencia hermosamente feminina. Unas experiencias del parto son positivas, mientras otras son llenas del dolor. Unas dan luz por cesárea, y otras vaginalmente. A veces todo sale como se había planeado, y otras surgen imprevistos. El parto es impredecible. En la medida que fui conociendo mujeres en países diferentes y en casa, he aprendido que cualquier educación que pueda recibir una mujer durante el embarazo le servirá de gran beneficio cuando el momento del parto por fin llega. Después de estar casado un rato, decidimos que queríamos tener un bebé. Me quedé embarazada y fui bendecida con un embarazo sano. Estaba en escuela de enfermería, aprendiendo sobre la salud materna e infantil. Pude presenciar partos en el hospital. Aprendí tanto del embarazo y parto, y estaba agradecida por este conocimiento. Me preguntaban si me daba miedo saber todas las cosas que podrían salir mal durante el embarazo el parto. Esto nunca fue problema para mí. Me sentí empoderada por el conocimiento, no asustada. Disfrutaba de poder entender lo que estaba pasando dentro de mi cuerpo y como era diseñado para llevar mi bebé al mundo. Al conocer otras madres en estado, encontré que no soy la única que se siente así. Aprender durante el embarazo es empoderante. Mientras trabaja en la comunidad, noté que no había muchas opciones de clases de preparación para el parto para las madres hispanohablantes. Busqué programas que utilizaban Hypnobirthing, un método de nacimiento que usa ejercicios de relajamiento para prepararse para el parto, ¡y me di cuenta de que ningún ofrecía un curso comprensivo en español! Busqué por todo el país y no encontraba un curso en español. Tal vez exista, pero después de buscar tanto rato, no encontré nada. Decidí crear una clase de preparación para el parto en español. Pronto conecté con dos mujeres- Nilcer y Zusy. Ambas entonces estaban embarazadas, buscando preparación para el parto natural. Creé guiones para los ejercicios guiados de relajamiento, los cuales entrenan al cuerpo como entrar en un estado de relajación profunda, el cual es muy útil durante el parto. Empecé a enseñar y ellas me ayudaron con la traducción y proporcionaron reacción valiosa. Les encantó la materia, en especial el ejercicio de relajamiento. Asisté sus partos, y ambos eran únicos y hermosos. Conseguí unas clientas más y el curso siguió desarrollándose. Me alegré de haber encontrado algo que combinara mis pasiones (las del parto, la salud materna e infantil, el español y la salud pública) y me trajo gozo. Me di cuenta de que necesitaba nombrar este proyecto- y así nació La Luz Birthing. Aunque estemos en nuestra infancia, tengo grandes planes para esta clase de preparación para el parto. La educación sobre el embarazo y parto sano debe ser disponible para todos. Esta clase está diseñada para beneficiar a las madres hispanohablantes, y aunque haya enfoque en el parto natural, se planifica para preparar a mujeres por todos tipos de parto. Para aprender más de lo que ofrece esta clase y para inscribirse, favor de visitar la página de información (Quienes Somos). ¡Favor de compartir esta clase con sus amigas y transmitir las buenas nuevas! ¡La primera sesión de las clases de preparación para el parto de La Luz Birthing empezará este octubre! The Birth of La Luz Birthing I started reading birth stories. I wasn’t reading stories full of trauma and fear- these were stories of powerful, strong, hopeful women who chose to look at birth from a new angle. Birth became something beautiful to me. The book containing the positive birth stories, and other thoughts about pregnancy and birth, was called The Gift of Giving Life, by Felice Austin. It opened my mind and introduced me to a new passion: birth. As I read, I also fell in love with Ricky, and we got engaged and then married. We went to Southeast Asia together to do research in hilltribe villages. I got to sit and chat with women, up in the mountains, about their birth experiences. Again my love of birth grew as well as my admiration for mothers. They told me of their stories giving birth and each was strikingly unique. Some were unassisted and completely alone, others had support of family, while others went to the nearest hospital and gave birth with only the doctor and nurse present. I realized that birth is a moment when emotions are high and hearts are tender. It unites women all around the world. No matter the race, age, education level, number of children, or religious belief- birth unites us. It is a beautifully feminine experience. Some birth experiences are positive, while others are full of hurt. Some give birth by cesarean section, and others give birth vaginally. Sometimes the birth goes just as planned, and sometimes it takes unexpected turns. Birth is unpredictable. As I have met with women in different countries and at home, I have learned that any education a woman can receive as she prepares to give birth can be a huge benefit to her when the moment of birth finally arrives. After being married for a short time, we decided we wanted to have a baby. I got pregnant and was blessed with a healthy pregnancy. I was in nursing school, learning about maternal and infant health. I got to attend births in the hospitals. I learned so much about pregnancy and birth, and I was grateful for the knowledge. Sometimes people asked me if it made me scared to know all the things that could potentially go wrong during pregnancy and birth. This was never an issue for me. I felt empowered by the knowledge, not frightened. I enjoyed understanding what was happening inside my body and how it was designed to bring my baby out to meet the world. As I have met with other expectant mothers I have found that I’m not the only one who feels this way. Learning during pregnancy is empowering. As I worked in the community, I noticed that there were not many birth class options for Spanish-speaking mothers. I searched for programs that used hypnobirthing, a birth method that uses relaxation practices to prepare for birth, and realized that none of them offered a comprehensive course in Spanish! I searched all over the country and I couldn’t find one. Maybe one exists that I missed, but after looking for some time, I found nothing. I decided to create a birth class in Spanish. I was quickly connected with two women- Nilcer and Zussie. They were both pregnant at the time, and looking for preparation for natural birth. I created scripts for guided relaxations, which help train the body how to go into a state of deep relaxation, which is helpful during labor and birth. I began teaching and they helped me with my English-to-Spanish translations and gave me valuable feedback. They immediately loved the material, especially the relaxation training. I got to attend their births, and each was unique and beautiful. I got a couple more clients and the course continued to develop. I was happy to have found something that combined my passions (birth, maternal and infant health, Spanish, and public health) and it brought me joy. I realized I needed to give this project a name- and so La Luz Birthing was born. Although we are still in our infancy, I have big plans for this birth class. Education about healthy pregnancy and birth should be available to everyone. This class is designed to benefit Spanish-speaking mothers and although there is a focus on natural birth, it is built to prepare women for all types of birth. To learn more about what this class offers and to see how to sign up, please visit the Quienes Somos page. Please share about this class with your friends and pass on the good news! The first session of La Luz Birthing classes will begin this October! |
Autora/AuthorHola, soy Jamie Gettys. Me emociona ayudar a las mujeres a sentirse más capacitadas, especialmente cuando se trata de dar a luz. Archivos/ArchivesCategorías/Categories |